Lo primero y más importante es decir que este artículo está sacado de la página Unionwep, afamado portal de Fotógrafo y Videógrafos de Boda y viene a colación a un caso que me ha sucedido recientemente.
Este post va dirigido a los novios que ya han contratado o van a contratar a un fotógrafo de boda y a parejas que ya han realizado su reportaje. Aunque es aplicable a cualquier otro ámbito de la fotografía. Continuando con el tema, el cliente no tiene porqué saber qué es un RAW a no ser que esté familiarizado con el mundo de la fotografía. Por ello, vamos a comenzar diciendo que vendría a ser lo que en el analógico era el carrete, es decir, el negativo.
De esta forma si nos metemos en una máquina del tiempo o si simplemente revisamos nuestras fotografías de la comunión o de la boda de nuestros padres o cualquier evento pasado cuyas imágenes fueron tomadas por un fotógrafo profesional, nos damos cuenta que sólo tenemos las copias en papel.
Foto: Juan Luna Fotógrafo
Ni rastro de negativos. Ni de hojas de contacto, ni de nada que nos haga tener en nuestro poder el material original. Si trasladamos todo esto a la fotografía digital, ¿por qué un fotógrafo iba a darnos los RAW, el bruto sin editar?. Obviamente las razones que suelen tener los novios para que se les entreguen los originales es por el hecho de evitar los costes de editado y con ello tener un mayor número de fotos. Pero no nos equivoquemos, la cantidad como casi siempre no es mejor que la calidad.
Pedirías a un 5 estrellas Michelín su receta…?
Utilizando el simil que dan en un artículo similar a éste en Petapixel, sería como si a un escritor le pidiésemos su libro sin editar. El borrador, con las anotaciones e ideas tachadas. Cuando se contrata a un fotógrafo, se hace conociendo su forma de procesar las imágenes (o así debería ser). Por lo tanto, de nada nos servirá tener mil fotografías si no están completas en cuanto a los ajustes que conforman el sello característico de su autor. Estarán bien compuestas, bien iluminadas, bien expuestas, pero carecerán de los ajustes esenciales y los rasgos que las convierten en imágenes únicas.
Por ello es muy importante conocer cómo trabaja las imágenes un fotógrafo. Ver su portfolio, y constatar que es afín a las ideas que la pareja pueda tener. Y sobre todo confiar en su trabajo. Porque, como profesional que es, sabrá qué fotografías encajan mejor en blanco y negro. Que tonos irán mejor con el ambiente creado. Que reencuadres (cuando se necesitan) son los adecuados…
El error que muchos fotográficos cometen al dar todas las imágenes sin editar conlleva sobre todo a que no se termine valorando su trabajo. Por ende, a que los novios se den cuenta que esas fotografías no tienen nada de especial a las que cualquier otro (no profesional) les hubiese podido realizar.
Es muy importante saber valorar el trabajo de un fotógrafo.
Sobre todo, porque va más allá de las doce o trece horas que puede durar la boda. Hay que tener en cuenta el tiempo de trabajo previo así como la labor posterior de selección de imágenes y editado para que el círculo se cierre, quede completo.
Juan Luna Fotógrafo
Un fotógrafo no aspira a ser como Miguel Ángel cuando dejaba sus esculturas sin terminar. No busca que sus fotografías sean como esos libros con dibujos que los niños tienen que completar pintando con rotuladores. Una imagen fotográfica empieza en el ojo del fotógrafo. Continúa siendo captada y registrada en la cámara y termina en el ordenador, engalanada con los ajustes precisos para convertirse en una obra pulida y acabada. Así que tened todo ésto muy en cuenta y pensad en ello a la hora de contratar a un profesional.
Cada fotógrafo tiene su forma de rematar la imagen. Cada fotógrafo marca su impronta en el revelado, en el procesado, en una obra pulida y acabada.
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