Desde hace unos años se ha puesto muy de moda la fotografía de comunión en exterior, lo cual me encanta. De esta manera podemos aprovechar la libertad de movimiento que nos da la localización en exteriores, además de escenarios totalmente naturales . Todo para que la fotografía de comunión sea un recuerdo imborrable.
Para empezar estaréis de acuerdo conmigo que el «primer gran día» de nuestros hijos es el día de la Comunión y por consiguiente debe tener grandes imágenes para el recuerdo.
Sin embargo, no siempre encontramos quien pueda inmortalizarlos de la forma que nos gusta.
Por desgracia nos encontramos con situaciones forzadas, posados que a nadie gustan y, como no, mucho menos a los niños. Ellos no saben posar ni quieren hacerlo, lo que intentaré en todo momento será que se encuentren a gusto. Buscaré en todo momento que sean ellos mismos, que se expresen libremente para conseguir fotografías más naturales.
Deja que los inmortalice de una forma diferente, amena, sin adornos y sobre todo con la mayor naturalidad.
Las localizaciones se planificarán con al menos 6 semanas de antelación, hablaremos con vosotros sobre los gustos del peque y fijaremos un sitio donde os sintáis a gusto y el resultado sea fabuloso.
He pensado mucho en la luz que nos acompañará, después de realizar muchos reportajes en exterior puedo decir que tengo mi luz perfecta y es durante el atardecer.
Hasta hace muy poco era yo el que me adaptaba a vosotros y a vuestro horarios, a partir de ahora la hora será inamovible. ¿Queremos calidad, no?
La hora dependerá del mes, como ya sabéis a medida que avanzamos hacía el verano los días se van alargando y lo que haremos será coger la luz de todo el atardecer.
Me comprometo a emocionarte con cada imagen. Me comprometo a que los recuerdos de ese día tan importante perduren en el tiempo y sigan emocionándoos pese al paso de los años. Un compromiso de calidad y con estilo propio.
A qué esperas, no te arrepentirás…