Cualquiera no hace una FOTOGRAFÍA.
Hace unos días un amigo me mandó un artículo del periódico “El País” que hablaba sobre cómo la profesión de fotógrafo está en peligro por todo este rollo de las nuevas tecnologías, que cualquier persona puede hacer fotos de calidad, filtros de Instagram, modos automáticos y cosas así, seguro que alguna vez has oído hablar sobre el tema. Cualquiera no hace una FOTOGRAFÍA.
Me gustaría hacer una pequeña y necesaria aclaración porque últimamente este tipo de artículos se han hecho muy populares. Y aunque sí que levantan cierto temor en el nicho fotográfico, hay que separar la poca cultura visual de la sociedad acostumbrada al bombardeo constante de imágenes de dudosa calidad técnica. De lo fácil que es para cualquier persona hacer una fotografía, no una FOTOGRAFÍA. Cualquiera no hace una FOTOGRAFÍA.
¿Dónde está el problema…?
El problema no está en que cualquier persona consiga fotos con una calidad y nitidez sobresaliente gracias a su cámara réflex automática o su teléfono móvil con decenas de megapíxeles. Desde mi punto de vista, el problema se encuentra en los que catalogan esa fotografía como “buena fotografía”. En esos que escriben “FOTÓN” en cualquier imagen en blanco y negro de Instagram. En los que se conforman con que cualquiera haga su reportaje de boda solo porque su cuñado se ha descargado unos presets nuevos para Lightroom o Photoshop que consiguen un aspecto muy a la moda. Aunque sus fotos transmitan poco. Hay un abismo entre un reportaje de boda hecho por un FOTÓGRAFO y otro hecho por un fotógrafo.
El miedo, dicen, lo causa el segundo porque su cámara calcula la exposición correcta. Aumenta el ISO hasta 300 y pico mil y hace ráfagas de 15 fotos por segundo. No se han parado a pensar en que su cámara no dispara en el momento preciso para capturar la mirada cómplice de dos personas. No espera a tener las condiciones de luz ideales para que un paisaje cobre vida o no sabe colocar los elementos para hacer más agradable e interesante la composición de una fotografía y atrapar a los que la observan. Cualquiera no hace una FOTOGRAFÍA.
Los mayores talentos a menudo se pierden en un océano de imágenes, por culpa de sus pocos “likes y followers”. Ojeamos las fotos de Instagram pasándolas rápidamente, es difícil pararse a mirar alguna si no eres consciente de ello. Me pregunto qué hubiese pasado con Arbus, Capa, Salgado y grandes fotógrafos en una era digital como la de hoy.
Hoy cualquiera se cuelga el nombre de FOTÓGRAFO “profesional” por pagar una tasa de autónomo o cobrar por su trabajo cuando hay miles de fotógrafos que hacen fotografía por hobby con un talento enorme y son llamados fotógrafos amateur o aficionados. Sé que es algo muy subjetivo y no soy quién para juzgar el trabajo de otros pero seamos realistas, se ve cada cosa por ahí…
El problema es de los que no saben mirar
Ésto es lo que realmente asusta. Hoy en día estos factores no tienen importancia porque pocos se paran a mirar. Pocos se preguntan por qué la foto se hizo de esa forma y no de otra. Porque sí, seguramente exista un por qué. La sociedad se ha acostumbrado a una baja calidad de las imágenes que les rodea. No solo en fotografía, también en diseño gráfico, diseño de interiores, vídeo, música, etc. Que una imagen sea “bonita”no quiere decir que sea una gran fotografía. Cualquiera no hace una FOTOGRAFÍA.
Cada forma de colocar la cámara transmite un mensaje distinto. Aunque no se sepa nada sobre cine el tipo de plano que se use influye directamente en la sensación que te transmite esa escena. Por eso siempre recomiendo leer sobre composición o lenguaje visual. Todo se disfruta el doble, si eres una de esas personas seguro que me entiendes.
Imagina a cualquier persona sin esta sensibilidad ni conocimiento grabando la película “El Pianista” con su nueva cámara réflex y sus filtros de cine para Final Cut. ¿Crees que irías al cine para ver esa película?. ¿Debería Roman Polański o los directores de fotografía temer por su trabajo?. Ya veo a Rafa Nadal temblando cuando consiga ahorrar y me compre una raqueta mejor que la suya.
Contratar a un buen fotógrafo es muy caro
Bueno, al menos si piensan en que no están contratando a un buen fotógrafo me doy por satisfecho. Pero he escuchado muchas críticas de parejas que se quejan porque el fotógrafo de bodas les cobra demasiado. Y sí…, hay muchos casos que tienen razón viendo las fotos que les ofrecen. Sin embargo, hay otras en las que está sobradamente justificado porque el resultado es magnífico y para toda la vida. Cualquiera no hace una FOTOGRAFÍA.
Y no solo pasa en fotografía de bodas, pongo ese ejemplo porque es uno de los más evidentes. Se puede trasladar el problema a multitud de campos. Restaurantes con fotos de sus platos hechas por ellos mismos con una iluminación pésima. Fotografías de inmobiliarias que convierten los pisos en madrigueras oscuras y estrechas. Fotografías de turismo conseguidas en concursos a base de apropiarse de los derechos de los participantes que están muy lejos de atraer al turista solo para ahorrarse pagar a un buen fotógrafo, etc.
Entiendo que en muchos casos no se puedan permitir pagar las tarifas que se piden. Al menos me gustaría que valorasen lo que se pierden por no hacerlo. Que la mayoría no se quede en el cliché de que hacer fotos solo es apretar un botón o que hay una opción mágica en Photoshop que diseña buenos logotipos automáticamente.
No señores, las grandes cosas están hechas con mentes humanas bien entrenadas. Cualquiera no hace una FOTOGRAFÍA.m
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