«Es el corazón el que me acompaña, el ‘feeling’ entre novios y fotógrafo, la implicación en sus historias»
Este es el titular que les he dejado a una llamada de teléfono que recibí esta mañana y que, para mi sorpresa, era una entrevista para un conocido portal de bodas.
Ayer por la tarde tuve una cita con «mis novios» del próximo fin de semana. Recién llegados prácticamente del reino Unido solo habíamos mantenido alguna conversación por videollamada y estaba ansioso por conocerlos en persona. Puedo decir que me he «enamorado» de ellos, aunque en realidad me sucede con el 90% de mis parejas.
Esto, precisamente esto, es lo que hablaba ayer con ellos. Aquí tenéis un extracto.
Empecé hace ya ocho años y parece que fue ayer. Siempre he tenido una especial atracción por la fotografía y después de mucha formación sentí que tenía que darme la oportunidad de forma profesional. La oportunidad de formar parte de la vida de muchas personas, de sus momentos más importantes, intentando siempre hacerlos inolvidables. Estupendos compañeros y grandes amigos a día de hoy me dieron la oportunidad de aprender de ellos trabajando codo con codo y, cuando estuve preparado, di el salto a hacerlo por mi cuenta.
Procuro trabajar con el corazón. Claro que, si tuviera que definir un estilo, creo que estoy un poco más cerca del fotoperiodismo, por aquello de tratar siempre que los sentimientos sean los protagonistas. Que todo sea lo más natural posible y que ellos disfruten. Naturalidad, frescura y complicidad. Pero, sobre todo, es el corazón el que me acompaña, el feeling entre novios y fotógrafo, la implicación en sus historias, en querer que sea un recuerdo único.
¿Y cómo consigue un fotógrafo atrapar sentimientos tan complejos como el amor?
Captar una mirada, un sentimiento, conseguir que quede reflejado de forma real ese amor que los novios se tienen. Parece muy sencillo por el hecho de que estamos hablando de bodas, compromisos, novios… Pero no lo es para nada. Al final, cuando uno busca la naturalidad, el amor de verdad que hay en cada pareja, hay que ayudar a que los novios se abran, que confíen en ti, que se sientan cómodos para que lleguen a mostrarse tal y como son (lo que siempre digo, el feeling entre novios y fotógrafo)
Como les comentaba ayer tarde a mis amigos (porque ya los considero como tal), lo que realmente busco con mi trabajo es su satisfacción. Por muy convencido que esté de que el reportaje ha quedado genial, hasta que no tengo su feedback no respiro tranquilo. Por eso, para mí, un excelente resultado es que ellos sonrían de alegría al ver sus fotos. Aunque, por supuesto, durante el proceso siempre doy el 100% de mí para que esto se cumpla.
Durante la boda, lo que más me inspira o me motiva, sin duda, es pensar lo que va a suponer para cada pareja el trabajo que yo realizo. Algo que van a tener para siempre. También hay trabajo más profundo para inspirarse, como los compañeros a los que admiras, otras artes como el cine o la música que pueden ayudarte a estar más receptivo a nuevas ideas.
¿Cuál es el momento más tenso y/o divertido de fotografiar?
¡Tenso estoy casi toda la boda!. No paras de correr de un lado para otro y tratas de tener mil ojos en cada cosa que ocurre. Pero si tengo que escoger uno, quizá sea la ceremonia. Todo el mundo quiere tener una foto espectacular caminando del brazo de su padre, o una salida super divertida, y procuro conseguir siempre lo que busca cada pareja.
Lo que sí tengo claro es cuál es la parte más divertida: el baile. Llegados a este punto, me relajo, al igual que novios e invitados; desaparecen las inhibiciones, por lo que conseguir momentos más divertidos y espontáneos es mucho más fácil. Aquí, es cuando novios y fotógrafo dan rienda suelta a su creatividad.
¿Qué es lo más duro de tu trabajo?
Quizá el nivel de exigencia que hay en cada proyecto. Hay mucha más cultura visual, tenemos acceso a muchos reportajes diferentes realizados en sitios estupendos y preciosos y queremos eso, justo eso. Parece que hemos perdido un poco la capacidad para sorprendernos y, a veces, ese nivel de exigencia es muy alto, son momentos únicos. Tú te exiges aún más para cumplir al 100% con tu trabajo y puede llegar a ser duro a veces.
¿Alguna anécdota especial?
El año pasado me sucedió algo muy bonito y especial. Cuando entregué el reportaje a una de mis parejas, ella me escribió y me dijo: “Gracias por dedicarte a la fotografía”. Reconozco que se me saltó alguna lágrima al leerlo.
¿De qué foto te sientes más orgulloso?
Creo que no sabría elegir una en concreto. Algunas son especiales por lo que me transmite el momento, otras por la luz, otras por la pareja… No es fácil decidir a quién quieres más.
¿Cómo es la comunicación con tus parejas?
Por lo general, siempre me gusta que tengamos una reunión novios y fotógrafo (y videógrafo, en su caso) en persona antes de que tomen ninguna decisión. Más allá del presupuesto, creo que conocerse es un contacto fundamental para que haya una relación cercana y de confianza (así nace una bonita relación novios y fotógrafo).
¿Qué buscarías en un fotógrafo de boda?
Lo primero y principal sería que me gustara su trabajo, obviamente. Tiene que entrarte por los ojos hasta emocionarte. Una vez pasada esa barrera, más que preguntas concretas me gustaría ver qué feeling tengo con él o ella. Necesito que sepa escucharme, saber si está entendiendo lo que quiero, lo que busco, lo que necesito. Si tengo la sensación de que va hacer suyas las cosas que son importantes para mí. Necesitaría sentirme cercano a esa persona que me va a acompañar el día de mi boda.
¿Por qué deberían elegirte las parejas?
Es algo que prefiero que contesten las parejas que confían en mí, pero lo que sí sé y puedo asegurar es que voy a dar todo de mi para ser la mejor opción de cada pareja que decida confiar en mi trabajo. Siempre les voy a escuchar, acompañar y ayudar en todo lo que pueda.
¿Algún consejo para la pareja de novios de cara a su reportaje fotográfico?
Lo más, más, más importante: ¡qué lo disfruten! y ¡qué sonrían! Y, sobre todo, que se quieran. ¡No hay nada mejor para unas buenas fotos!
Tened en cuenta, que una Boda se vive tres veces… al soñarla, al celebrarla y al recordarla. Y que mejor que con mis fotos.
Como siempre, espero tus comentarios… Cuidaos.
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