DOROTHEA LANGE – FOTOGRAFO DE LA SEMANA
Dorothea Lange, a pesar de tener un gran reconocimiento como fotógrafa, también recoge sus méritos de su labor como periodista. El trabajo más conocido de la americana fue el de “la Gran Depresión”, donde retrató la pobreza de unos cosechadores de California. DOROTHEA LANGE – FOTOGRAFO DE LA SEMANA
Dorothea Lange, la fotógrafa del pueblo
La autora tenía especial interés por documentar la pobreza rural y la humanidad que puede quedar en las personas incluso en los momentos más complicados. Un ejemplo de fotografía social y comprometida que en otras ocasiones escasea. DOROTHEA LANGE – FOTOGRAFO DE LA SEMANA
Dorothea Lange, nace en (Nueva Jersey – USA) en el año 1895 y fallece en San Francisco (California – USA) en el año 1965.
Con tan solo siete años contrae la poliomielitis. Enfermedad que le daña el desarrollo de la pierna derecha, marcándola este hecho de por vida.
En 1917 estudia en la Clarence White School (Nueva York), de marcada tendencia pictorialista. Aunque las verdaderas señas de identidad de su trabajo se las proporciona su faceta como reportera, que comenzaría a ejercer dos años más tarde, en 1919 cuando abre un estudio en San Francisco.
Antes de ello, en el año 1918, se dedica a dar la vuelta al mundo. Afición que compaginará con su trabajo de reportera más adelante. DOROTHEA LANGE – FOTOGRAFO DE LA SEMANA
En 1920 se casa con su primer marido, el pintor Maynard Dixon, con quien tiene dos hijos.
Sus primeros contactos.
En Taos, México conoce a Paul Strand, quien tendrá una cierta influencia en su trabajo. También establece relación con Imogen Cunninghan. Junto con Margrette Mather y Laura Gilpin son exponentes de un pictorismo moderno e híbrido en el que confluyen las atrevidas formas de la modernidad y del esteticismo hermético y la suavidad atmosférica del pictorismo.
Posiblemente influenciada por sus frecuentes contactos, a partir de 1933, con el grupo f/64 empieza a reflejar su entorno mediante documentos fotográficos de las condiciones laborales de la época, dedicando especial interés en captar a los más afectados por la gran depresión norteamericana de los años 30.
Dorothea Lange, la fotógrafa del pueblo o al menos es lo que rezaba su tarjeta de visita. Su formación fotográfica fue de índole purista y pictorialista (corriente fotográfica entre finales de los años 1880 y el final de la Primera guerra mundial). Pronto abrió un estudio en San Francisco. Sin embargo, es su salida a la calle, el encuentro con el pueblo como reportera lo que marcó definitivamente la identidad de su trabajo.
Salir del estudio: Un paso arriesgado en la época
Aún sigue siendo este hecho algo que sorprende a muchos fotógrafos o protagonistas de la fotografía. La gran mayoría de la gente iba a un estudio porque el fotógrafo no salía mucho de allí. Algo que hoy en día se repite demasiado. Y aunque hoy en día tenemos más posibilidades no es, precisamente, a la mayor parte de profesionales de la fotografía a los que les gusta salir de su estudio. Un entorno conocido y bien controlado, un entorno familiar y protegido.
Son, precisamente, ciertos rara avis que suelen salir del estudio, los que suelen ofrecer trabajos ciertamente más interesantes. El caso de los fotoperiodistas es diferente, puesto que su estudio es la calle. DOROTHEA LANGE – FOTOGRAFO DE LA SEMANA
Tal vez con ese cierto sentido del deber, de salir a la calle, de contar lo que sucedía como consecuencia del gran fraude de la Gran Depresión norteamericana, Dorothea Lange decidió salir de casa para contar las verdaderas consecuencias de la gente del campo y cómo éstos sufrían el desastre económico de los EE.UU. de la década de los años 20 y 30.
Contemporánea del, también, gran Walker Evans, sus fotografías comparten su mirada digna y limpia pero ganan en humanidad. Son más cercanas, ella fue más cercana que Evans, algo que distingue clarísimamente sus estilos. Sin embargo, aunque pudiésemos estar pensando que sus imágenes caen en la sensiblería, nada más lejos de la realidad. Son imágenes nacidas de una tremenda conciencia social, nacidas de su propia superación. DOROTHEA LANGE – FOTOGRAFO DE LA SEMANA
La censura
También es bastante conocido, ahora, su trabajo sobre los campos de internamiento de ciudadanos norteamericanos de origen japonés. Realizado en la década posterior de los años 40, durante el periodo de la segunda Guerra Mundial, y que, en su momento, fue censurado por la Autoridad de Reubicación de la Guerra. Un trabajo que pone al descubierto las miserias y paranoias conspirativas de las élites del poder de su país.
Incluso niños, sí. Incluso ellos fueron tratados como rehenes por parte de quienes se decían ser los «buenos» dentro de uno de los más oscuros y terribles capítulos de nuestra historia cercana. Algo que no interesaba que nadie conociese.
«Mi enfoque se basa en tres consideraciones: Ante todo: ¡Manos fuera!. Aquello que yo fotografío, no lo perturbo ni lo modifico ni lo arreglo. En segundo lugar, un sentido del lugar. Lo que yo fotografío, procuro representarlo como parte de su ambiente, como enraizado en él. En tercer lugar, un sentido del tiempo. Lo que yo fotografío, procuro mostrarlo como poseedor de una posición dada, sea en el pasado o en el presente».
En resumen
Dorothea Lange fue un ejemplo de superación en lo personal y en lo profesional. Huyó de los estereotipos de una época convulsa y oscura que buscaban preservar el sueño americano por encima de todo. Sin embargo, surgieron figuras que fueron las encargadas de poner rostro a las consecuencias de la crisis y denunciar situaciones realmente impensables para una gran parte de la sociedad norteamericana.
Para conocer más sobre su vida y obra httpss://www.moma.org/artists/3373
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